En el cultivo de cereales es muy habitual reutilizar la semilla de la cosecha anterior como semilla de siembra de la siguiente. Sin embargo, esta práctica favorece que se propaguen enfermedades de los cereales que se transmiten desde la semilla. Estas enfermedades pueden llegar a afectar el rendimiento de la cosecha, ya que en muchos casos provocan pérdidas importantes de la cantidad de grano y de la calidad del cereal.
Por eso, Silvia Martinez Barrachina, responsable de cultivos extensivos en la División de Protección de Cultivos de BASF en España nos advierte de qué podemos hacer para que esto no suceda.
La propagación de enfermedades por la semilla se puede evitar usando semillas certificadas, que, como ya hemos explicado varias veces en APROSE, son aquellas que se obtienen después de un proceso de producción y multiplicación de semilla de variedades mejoradas. Como muy bien dice Silvia: “Su comercialización está sujeta a reglamentos sobre control y certificación, que cuidan la calidad en la obtención de material vegetal, en la multiplicación, la producción y la venta (tanto la de importación como de exportación).”
Silvia Martinez Barrachina. Imagen de la web de BASF
Los beneficios que ofrecen las semillas certificadas son, entre otros:
· Alto porcentaje de germinación
· Pureza varietal
· Buena calidad en la cosecha
· Resistencia a plagas, enfermedades y vuelco
· Mayor rendimiento
· Menor dosis de siembra, que supone un ahorro para el agricultor
Silvia Barrachina: “Su comercialización está sujeta a reglamentos sobre control y certificación, que cuidan la calidad en la obtención de material vegetal, en la multiplicación, la producción y la venta (tanto la de importación como de exportación)”
Silvia explica que hay que diferenciar entre:
Las que provienen de restos de la cosecha anterior y las que llegan de parcelas más o menos cercanas. Los tratamientos para semillas ayudan a mejorar la sanidad del cultivo, de modo que el cereal queda protegido de las enfermedades que el producto aplicado controla. En los países desarrollados la mayoría de las semillas certificadas se comercializan ya tratadas de la forma más adecuada según la variedad del cereal y su sensibilidad a determinadas enfermedades fúngicas. Por ejemplo, en el Reino Unido, alrededor del 90% de la semilla certificada está tratada.
Las semillas del propio agricultor que se reutilizan, a parte de los procesos de limpieza y secado habituales, también se pueden tratar según las recomendaciones de los técnicos.
Para su control es necesario el uso de tratamientos foliares tan pronto se detecten, ya que hay enfermedades que se transmiten muy rápidamente y pueden provocar hasta el 50% de pérdidas de cosecha.
Si os sucede, vosotros sabéis cómo afrontar el problema o bien vuestros técnicos os aconsejarán rápidamente sobre qué solución tomar. Pero si es la primera vez que os enfrentáis a ello ¡Qué no cunda el pánico! En este post podéis ver cómo escoger el mejor tratamiento de semilla.
Esperamos que os haya gustado el artículo y que ahora tengáis más claras las ventajas que supone utilizar Semilla Certificada y tratar la semilla correctamente para reducir cuanto más las posibilidades de que vuestro cereal contraiga enfermedades.
Muchas gracias a Silvia Martinez Barrachina por sus consejos y a BASF por colaborar con nuestro catálogo de asociados.
¡¡Hasta la semana que viene!!
